«Aunque no suelo hacerlo, voy a pedir ayuda»
Todos necesitamos ayuda en algún momento de nuestra vida. Y es valiente e inteligente admitirlo. El pensar que he de ser capaz de resolver todos mis problemas yo solo/a porque si no todos pensarán que soy débil, no tiene ningún sentido.
Y la ayuda puede venir de un familiar, de un libro o de un profesional. Y sólo el hecho de tener una perspectiva diferente a la nuestra, puede ayudarnos a ver mejor la solución a la cuestión que nos preocupa. Y tras solucionarlo nos convertiremos en personas más fuertes, más sabias, más preparadas para el futuro.
Así que si tras reflexionar sobre lo que nos pasa y probar distintas alternativas, no conseguimos resultados, confiemos en un profesional de la salud.