He cumplido 29 años, un año más que no avanzo, que estoy estancado.
Para ponerse en marcha, ese no es el lenguaje interior adecuado. Movernos en la queja nos desanima y nos bloquea. Nos hace sentirnos víctimas involuntarias del destino o de la mala suerte. O lo que es peor, nos hace sentirnos culpables al compararnos con los demás y ver que ellos sí que evolucionan.
El razonamiento correcto sería, si a los 29 años estoy donde estoy y me siento vacío y estancado, ¿dónde me gustaría estar cuando cumpla los 30? ¿cómo me gustaría sentirme?¿qué puedo hacer para conseguirlo?
Por vaga que sea la contestación a dichas preguntas ya nos obliga a ponernos en marcha para ver si lo conseguimos. Pasamos de movernos en la queja a movernos en la toma de decisiones, con lo que aumentamos la probabilidad de cambiar nuestra vida. Os animo a intentarlo.