Ante cualquier catástrofe natural o social, o cuando nos encontramos ante una situación límite, aparece muchas veces la faceta más humana de las personas: la generosidad, la empatía, la solidaridad,… Pero también puede ocurrir que salga la parte más egoísta, la que ve oportunidad de negocio y se lance a sacar el máximo beneficio posible.
Pues bien, las circunstancias especiales que estamos viviendo en este momento, hace que muchas personas necesiten ayuda psicológica. Y son muchos los profesionales sanitarios que la están dando bien sea de manera presencial bien a distancia.
Pero también es verdad que están apareciendo pseudosanitarios, que sin ningún tipo de titulación que les faculte para ejercer el cargo, se están ofreciendo para tratar a pacientes con episodios de ansiedad y otros trastornos derivados de la actual situación de emergencia sanitaria. El colegio oficial de psicólogos acaba de denunciar ante la Consejeria de Sanidad de la Comunidad de Madrid, una plataforma de ese tipo cuyo nombre es “Héroes del covid-19” y donde operan un total de 83 personas que, en su mayoría, no son profesionales sanitarios.
Mi consejo es el siguiente. Sí que es normal que algunas personas necesiten tratamiento psicológico para superar los miedos y la ansiedad derivados de la epidemia y sus impactos. O es posible que lo necesiten en un futuro inmediato. Y de ser así, deben de buscar ayuda profesional si no logran resolverlo por sí mismas. Pero una cosa es encontrar una persona que te escuche y consuele y otra muy distinta es iniciar una terapia psicológica donde se dan pautas científicamente testadas para ayudar a la persona a superar sus problemas y recuperar el control de su vida.
Las únicas personas cualificadas para hacer terapias psicológicas son los psicólogos y los psiquiatras colegiados. Así que antes de ponerse en manos de cualquier especialista, debemos asegurarnos de que dicha persona tiene la titulación adecuada, mucho más ahora que las sesiones se realizan a distancia y es más fácil camuflarse. De lo contrario, las personas afectadas, lejos de encontrar alivio seguirán como estaban o, en el peor de los casos, puede que se agraven sus síntomas.