En el ámbito laboral estoy muy bien considerado ¿por qué no puede ser igual en el ámbito familiar?
Esta era la pregunta que martilleaba sin cesar la mente de esta persona. Una persona que siempre ha destacado en el ámbito académico por lo que consiguió la titulación universitaria soñada aun no teniendo recursos económicos.
Muy pronto consiguió también el trabajo deseado respaldado por la brillantez de su expediente y su facilidad para superar los retos que su trabajo le deparaba cada día. Con esa actitud y ese tiempo de dedicación la probabilidad de éxito es muy alta.
¿Qué pasa cuando llegamos a casa?¿Tenemos la misma energía, nos produce la misma satisfacción, le dedicamos el mismo tiempo? Si la respuesta es que no, es lógico esperar que los resultados sean diferentes.
Les propongo la siguiente reflexión. Si su vida pudiera dividirse en salud, familia, amor, estado físico, trabajo, mente, ocio y amigos, ¿diría que todas esas áreas están al mismo nivel, o hay algunas que no llegarían al aprobado?