«Pensaba que lo que sentía en el matrimonio era lo normal, hasta que he tenido el clic»
Y el clic aparece muchas veces cuando se inicia una nueva relación. En ese momento es cuando la persona descubre que la vida en pareja puede ser de otro modo mucho más gratificante que el que tiene.
Y eso ocurre en primer lugar porque muchas veces las relaciones sentimentales se mantienen por razones que no son las apropiadas: por comodidad, para no quedarse solo, porque es buena persona, por lástima… Ninguna de esas razones dará un buen resultado en el futuro. La única razón para estar con una persona ha de ser porque la quiero, porque me aporta, porque comparto.
En segundo lugar, cualquier relación ha de cuidarse o de lo contrario se deteriora. Y ha de cuidarse a diario, porque si lo vamos dejando cada vez nos costará más.
Reflexionemos al respecto: ¿dedicamos el mismo tiempo y energía a cuidar los detalles de nuestra relación hoy que cuando empezamos?