“Es muy duro no saber lo que uno quiere”. La vida de esta persona está en una encrucijada. Cuando ya era previsible como iba a ser su futuro a nivel familiar, profesional y sentimental, el azar hace que todo eso cambie en un momento, y tenga que decidir si se queda como estaba, o se atreve a cambiar.
La duda lo consume. Su mente no para de dar vueltas a lo que puede pasar si se equivoca. Si pero, ¿y si no se equivoca? ¿y si al decidir cambiar encuentra una vida con la que no sospechaba? ¿y si ahora comienza a sentirse realizado?
Nunca lo sabrá si no lo intenta. Recordad, los peores errores son aquellos que nunca llegan a cometerse.