“Yo aprendo de los bajones”
Que es lo mismo que decir: “yo aprendo de mis errores”. Y es que si tenemos la actitud adecuada, los tropiezos de la vida nos hacen más sabios. Si no tenemos la actitud adecuada, los tropiezos de la vida nos pueden hundir.
Recordad que no existe una vida sin tropiezos, por tanto lo más prudente es aprender a sortear, afrontar y superar los percances de la vida del modo más eficaz y de la manera más rápida.
“Los peores errores son aquellos que nunca llegan a cometerse”