«No puedo estar soñando toda la vida». Efectivamente, no se puede estar soñando eternamente o pensando en que nuestra felicidad vendrá en un futuro lejano: cuando gane más dinero, cuando encuentre pareja, cuando me jubile.
La autora de la frase tomó conciencia de que el tiempo estaba pasando y que ya era hora de cumplir sus sueños, de crear su mundo Disney como ella lo llamaba, que en concreto era vivir en una casa determinada y ser madre. Así que se puso manos a la obra.
Mi consejo es que elimines de tu lenguaje interior la frase “el día de mañana…” y que empieces a poner plazos de tiempo reales a tus sueños y a tu vida.