Internet, los teléfonos móviles y las nuevas tecnologías en general tienen una gran importancia en nuestras vidas porque con ellas se ha revolucionado el mundo de la comunicación, del entretenimiento, de las compras, del trabajo… Pero también es cierto que un mal uso de esta tecnología puede desembocar en problemas, especialmente entre los más jóvenes.
Y es que los niños empiezan a utilizar las nuevas tecnologías a edades cada vez más tempranas y muchas veces no están preparados para hacerlo de una forma segura.
La familia, que es la institución donde primero se prepara a los niños para la vida, no tiene la formación suficiente sobre este tema porque es la primera vez en la historia que una generación conoce mejor el medio que sus progenitores.
Ante esa situación se hace necesario por una parte, tener una formación adecuada que nos permita conocer el medio y poder educar así a nuestros hijos de una forma más completa. Y por otra parte se hace necesario también trabajar la prevención para evitar que los jóvenes se expongan a peligros innecesarios o tengan problemas de adicciones.
¿Cómo podemos hacerlo? De 3 formas:
1-Mediante la información, asegurándonos que los jóvenes conocen los riesgos de compartir información personal en las redes; informándoles de que todo lo que hay “colgado” en internet no es una información fiable para que aprendan a ser críticos con lo que leen; o que los juegos violentos pueden acabar engendrando violencia. La información como digo es necesaria, pero no suficiente para evitar problemas y promover cambios.
2-Potenciando las habilidades personales de los jóvenes: cuestiones como la autoestima, la asertividad y las habilidades sociales ayudarán a los jóvenes a enfrentarse a las contrariedades de la vida sin miedo ni timidez, conociendo sus recursos y limitaciones y perseverando hasta conseguir sus objetivos
3-Potenciando los recursos familiares: la familia es la primera fuente de educación que recibe el niño, es la primera ventana por la que se asoma al mundo, por tanto es obligatorio educarles en valores positivos y marcarles normas tanto en el plano de uso de las NT como en el resto de su vida en general. Educar, es decir NO de vez en cuando y si observamos por ejemplo que el único modo de relacionarse de nuestro hijo es a través de las redes sociales hay que limitar su uso y favorecer las relaciones personales directas. Es muy importante también que las actividades de ocio y tiempo libre sean lo mas variadas posibles ya que lo que está ocurriendo es que el ocio de nuestros hijos es cada vez más tecnológico, mas pasivo y más individual. Planificar actividades al aire libre, culturales, sociales y deportivas, contrarrestará esto.
Finalmente no hay que olvidar el mejorar la comunicación con nuestros hijos porque parece que las nuevas tecnologías nos acercan a los que están lejos y nos alejan de los que están cerca.
Alicia Faus Fluixá
Psicóloga Especialista en coaching