«Cuando pasa algo bueno, ya no me digo «a ver qué dura»»
Imaginaros cómo era el lenguaje interior de esta persona. Cuando tenía algún percance en el día a día, sus mensajes internos eran: nunca lo conseguiré…siempre me pasa lo mismo… no adelanto…
«Cuando pasa algo bueno, ya no me digo «a ver qué dura»»
Imaginaros cómo era el lenguaje interior de esta persona. Cuando tenía algún percance en el día a día, sus mensajes internos eran: nunca lo conseguiré…siempre me pasa lo mismo… no adelanto…
«Cuando me acuesto me pongo a mil»
Se refiere a que a la hora de dormir se pone a repasar todas las cosas que le preocupan y el resultado es que se despeja y se angustia. Y yo me pregunto, con esa actitud ¿cómo vas a dormir?
«Siempre voy en contra mía». Es una frase aterradora. Tomar conciencia de que tu peor enemigo eres tú mismo. Y es que lo hemos comentado muchas veces, el lenguaje interno es muy importante. Los mensajes que nos damos cada día, minuto a minuto, segundo a segundo, determinan nuestras emociones.