Vivimos en la sociedad de la información. El acceso a lo que sucede a diario en cualquier parte del mundo, es relativamente sencillo para cualquier ciudadano. Y lo mismo sucede cuando necesitamos saber alguna cosa sobre un tema concreto. Hay infinidad de propuestas de formación tanto de forma virtual como presencial, gratuitas como de pago. Tanto es así que a veces se nos hace difícil elegir la mejor opción.